miércoles, 14 de marzo de 2012


Prisionera de los cuentos de príncipes azules

Los primeros cantos de pájaros, los rayos de sol de primavera me calientan la cara mientras me descubro mujer prisionera; prisionera de los cuento de hadas, de príncipes azules, y de princesas que me contaron de niña; de las novelas de amor perfecto, de romanticismo eterno; de las historias eróticas de pasión desenfrenada. Prisionera de mi misma, de una búsqueda de la felicidad en lugares ajenos cuando tan solo se halla dentro de ti; prisionera de la dependencia de la figura de la idea de hombre que te acogerá entre sus brazos.

Poco a poco la idea de mujer libre va haciendo mella, haciendo turismo por los rincones de mi pasado voy descubriendo que los momentos más felices de mi vida no fueron aquellos en los que pasé las noches enredadas con otro cuerpo sino aquellos en los que me sentí exhausta tras días repletos de actividad, de pensamiento, de reflexión colectiva, de activismo, de política.

Bonitos paseos por la mente que me hacen re descubrir la ciudad en buena compañía; la grata experiencia de co-construirte cada día; el inmenso placer de las tardes de lectura al sol en calma conmigo misma.

¿Por qué he de buscar un príncipe azul si soy republicana?

6 comentarios:

  1. Cada día que te leo me quedo más anonadado. Sabes de sobra que no puedo estar más de acuerdo con este post que escribes.

    Muchas felicidades, espero que pronto rompamos esa idea de cuento de hadas y medias naranjas. Mis días felices también fueron haciendo política. Ya tú sabes ;-)

    Un besote grande

    ResponderEliminar
  2. Lo he leído varias veces y cada vez me gusta más y estoy más de acuerdo... es simplemente genial!!!
    Gracias por compartirlo!!!
    y lo mejor de todo es la compañía en esos días de activismo, reflexión colectiva y política que es la mejor que se puede pedir THANKS!
    By the way:
    http://www.rae.es/rae/gestores/gespub000018.nsf/(voAnexos)/arch8100821B76809110C12571B80038BA4A/$File/CuestionesparaelFAQdeconsultas.htm#novOrto5 :) :) :)

    ResponderEliminar
  3. Genial! ;). Me encanta que te (re)descubras como mujer, libre de ataduras construidas socialmente, consciente de lo innecesario de que tengamos que encontrar o tener una media naranja para ser. Pero, a pesar de eso yo me sigo preguntando ¿hay que renunciar al amor romántico(en el amplio sentido del término)?

    ResponderEliminar
  4. ¿Renunciar al amor romántico? ¡¡¡NO!!! Hablo de de-construirlo, de que el amor romántico no es el de las novelas, películas y series Disney; no es el de hombres perfectos que rescatan princesas; no es la búsqueda de alguien que complete a un ser incompleto sino el encuentro de dos seres completos que construyen mutuamente (alguien comentaba por ahí que no hay medias naranjas que hay naranjas enteras).

    Hablo de que no me gustan los príncipes azules sino los marxistas y republicanos; de que no deberíamos buscar un estereotipo de amor perfecto sino construir una relación democrática de aprendizaje, de cuidado, de crecimiento.

    Hablo de que hay muchas formas de amar y de ser amado; muchas formas de querer, de encontrarse con personas especiales, de crear, de reconocer y sentirse reconocida. Hablo de que no basta con despertarse cada mañana enredada en unos brazos guiados por rutina, sino de acostarse cada noche realizada (y si es en compañía aún mejor, jeje)

    Hablo de que las muestras de amor no son comerciales, ni capitalistas; son compartir un abrazo, un libro, una caricia, una película, una mirada, una conversación, un silencio, un pensamiento, una reflexión, una tarde de activismo.

    ResponderEliminar
  5. Vale, vale!! Vaya respuesta, para mí al menos, incuestionable. Veo que tenemos prácticamente el mismo concepto de amor romántico, o eso parece.

    ResponderEliminar
  6. ¡Ay! Tanto mandaros leer blogs y al final soy el último que se pone al día. Mágnifica entrada, como siempre, y mejores reflexiones en los comentarios.

    Que no decaiga la fiesta. =)

    ResponderEliminar