domingo, 5 de febrero de 2012

Mi construcción política como investigadora: en búsqueda de significados


((re)pensándome como investigadora, pedagoga y activista aquí lanzo algunas de las reflexiones de la búsqueda de significados en la que me encuentro tras mi inmersión en el movimiento 15M) 

Pienso en la investigación como un  proceso político de encuentros y desencuentros: las posturas, las ideologías, las comprensiones son múltiples, incluso contrapuestas, y sólo a partir del enfrentamiento de esa controversias es posible acercarse a una comprensión; el paso de la subjetividad a la intersubjetividad. Pienso en mis análisis y reflexiones como una lectura de la realidad, sólo una entre las múltiples posibles pero una lectura situada: desde mi identidad de joven, mujer, investigadora, con una experiencia en movimientos sociales previos concreta; y desde un modo concreto de analizar y comprender lo educativo, la sociedad y la democracia. Si admitimos la diversidad ideológica y de paradigmas en la plaza, resultaría absurdo negar esa diversidad en la investigación (en la que parece que aun nos queda mucho que aprender en la necesidad del diálogo deliberar en la búsqueda de consensos), y es precisamente aquí cuando cobran sentido para mí las reflexiones de Kushner: la investigación es una herramienta política (y por tanto, las discusiones que enfrentan análisis diferentes son en sí mismos debates políticos). 

Tal vez mi aproximación a la investigación sea muy próxima a la auto-etnografía, a la etnografía vivida (lived/living ethnography), a las epistemologías del hacer (epistemologies of doing) que implican una llamada a la acción, un uso del conocimiento para el cambio social y cuyo objetivo no es sólo hermenéutico sino también emancipatorios, cuestionador de la cultura (Rybas y Gajjala, 2007)

La construcción de mi identidad como activista ha ido acompañada de  mi construcción como investigadora; y ambas han estado inmersas en un contexto de profunda socialización política, de aprendizaje y cambios de significados en mi mirada hacia la realidad. Ambas construcciones han tenido una influencia recíproca: mi experiencia como activista ha forjado el prisma desde el que me acercaba a la investigación, y mi mirada investigadora ha influido en la reflexividad desde la que (re)creaba mi identidad como activista; ambas son inseparables, de nutren mutuamente. 

Las vivencias me han transformado radicalmente dotando de sentido a la expresión: construcción de la ciudadanía. Sólo ahora que comprendo lo que significa, sólo ahora que lo he vivido, sólo ahora que he llenado de sentido las teorías de mis referentes teóricos puedo verdaderamente luchar por aquello, por que las escuelas sean espacios de construcción democrática, espacios abiertos al aprendizaje político en los que lo educativo desborda los muros de la misma, espacios que aseguren el desarrollo de la experiencia de la agencia de toda la ciudadanía, espacios contra hegemónicos capaces de retar el status quo. 

Cada fragmento, cada idea, cada frase del diario de campo de asambleas y acampada, de los múltiples análisis tiene un sentido: evoca en mi la complejidad de una experiencia llena de detalles, de emociones, de ilusiones; una experiencia que se hace más consciente a medida que pienso y hablo sobre ella; me voy (re)construyendo a través de la narración: “El lenguaje y el discurso no reflejan la experiencia: crean la experiencia, y en el proceso de creación constantemente se transforma lo que está siendo descrito. Las declaraciones de un individuo están por tanto siempre en movimiento… no pueden ser nunca representaciones finales o apropiadas de lo que se entendió o dijo – solo diferentes representaciones textuales de diferentes experiencias” (Denzin en Banks y Banks, 2007)

Un ejercicio de reflexividad para la construcción de mi mirada: Cada vez pienso más en la necesidad de recuperar la construcción de mi propia ciudadanía, de comprender mi experiencia ciudadana, mi ethos, antes de tratar de acercarme al de las y los demás, puesto que es desde este desde el que yo me acerco, mi prisma. No soy quien era, ni soy quien seré y entender estas transformaciones es necesario para comprender mi mirada: Acercarme a la comprensión de mi propia ciudadanía es el primer paso para tratar (atrevidamente) de comprender la de las y los demás.

¿No es extremada hermoso que en la búsqueda del significado de ciudadanía te encuentres en el camino con ella? ¿no es bonito que mientras tratas de acercarte a la socialización cívico-política de la juventud de pronto te encuentres inmersa en tu propio proceso radical de socialización política? Sí lo es, y esto es lo que honestamente ha dado sentido a mi tesis.